Paisaje. Selecciones de nuestro Acervo en la Pinacoteca de Nuevo León

Teniendo como tema principal el paisaje, La Pinacoteca de Nuevo León presenta a la comunidad a partir de este miércoles 5 de mazo la exposición “Paisaje. Selecciones de nuestro Acervo”, una selección de obras de su Acervo en donde participan 19 artistas nuevoleoneses de diversas épocas, técnicas y estilos.

Uno de los expositores en esta nueva muestra de la Pinacoteca, la segunda gran muestra desde su reapertura en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, será el reconocido artista local Héctor Cantú Ojeda, un gran observador del paisaje que tiene como deseo el llevar a los espectadores a la experiencia misma de la observación y, porqué n, a la expresión artística nacida de ésta.

“El paisaje, lo que está ahí, es obvio, pero cómo idealizas eso, cuáles son los colores que tu quieres ver, la forma ahí está, otra cosa es la luz”, señala.

“Si dices que el cielo es azul, el agua transparente y los árboles son verdes, pues ya acabaste, pero no se trata de eso. El paisaje se va matizando de acuerdo a la atmósfera. Para que un paisaje te atraiga debe tener una atmósfera y eso es lo complejo y a la vez sencillo de transmitir”.

Señala Cantú Ojeda que aún dentro de nuestro territorio norestense el paisaje es muy diferente de estado a estado, al igual que la gente. “Es pardo, o es gris, o es ocre; no hay matices, pero sin embargo, si cae un aguacerito se hace un vergel de colores”.

“Yo digo que más que el paisaje del entorno el paisaje humano no se ha visto, entonces nos contaminamos con agentes externos, con lo utilitario, con marcas, y ya lo que era lo norteño se ha perdido”.

“Al arte por eso le sacan la vuelta, porque el arte te enfrenta, aunque no lo hagas, te enfrenta, y tú evades, de muchas maneras, si está complicado dices: no le entro”.

“Para poder realizar tienes que ser espectador, tienes que idealizar, si tu estas y de repente llega viento con polvo y te está dando una imagen, si tu lo eliminas o lo ignoras, es porque no lo pudiste hacer, porque sí pasó, aunque sea cuestión de segundos. El paisaje por eso cada día es diferente”.

Frente a lo práctico que se ha vuelo la vida, el reto de la observación se ha ido perdiendo, señala Cantú Ojeda, quien compara la voracidad de los observadores actuales con la voracidad a la mesa, y señala que hay que saber llegar al postre.

“En el paisaje no se emplea mucho la figura humana, porque la imagen es tan magnifica y tan impresionante que le vas a quitar la imaginación al que lo ve, y la idea es que plantes la intención de que vayan a ver ese paisaje”.

“En una ocasión pinté unas montañas que están por atrás del Jonuco y un coleccionista mío me dijo que ese color no existía. Le dije “cómo de que no”, y hablamos acerca de eso. Pasan como tres meses y me habla como a las siete de la mañana y me dice “oye tienes razón”. Le pregunté todo, menos a qué hora se levantaba, que era como a las nueve; para esa hora, le dije, ya han pasado muchas cosas”.

Aún en la sombra hay luz, comenta el maestro Héctor Cantú Ojeda, y estas son cosas que un observador aprecia. “Cuando andas así, con la mente abierta, todo te maravilla”.

“Yo te pudo decir una cosa sin equivocarme. El paisaje de montañas, a muy pocos del norte les atrae, como las tiene a la mano creen que ya las vieron, en cambio lo ve gente de otros lado y se maravilla, y no la gente de aquí y eso que las tiene enfrente”.

Cantú Ojeda es un retratista de nuestra orografía, y se identifica a sí mismo con el entorno que le rodea. “Si no puedes ver eso, qué vas a ver, nada más te vas a poder ver tú”.

“Todo mundo debería pintar, lo que pasa es que les gana la soberbia y se comparan”, cuando cada quién debiera expresarse de la mejor manera posible según sus aptitudes. “Aquél ya se expresó con unas palabras, ahora tú usa las tuyas. Llegas a un problema donde hay que detallar y como no le hayas, pues inventas algo, pero te echaste mentiras, porque no pudiste”.

Esta activad, la pintura, incluso podría tomarse por cada quién como terapéutica, como desestresante, señalándola el maestro Cantú Ojeda como el descargarse de esa sobre carga de energía que reprimimos en nosotros.

Esta actividad es incluso su secreto de la juventud. “Si lo ves como algo superfluo, entonces no creces, y al no crecer te haces viejo antes de tiempo”.

La exposición se abrirá al público a partir del miércoles 5 de marzo y permanecerá hasta finales de agosto en la Sala Permanente de la planta baja de la Pinacoteca.